Cómo saber si me he roto el menisco

Me imagino que estás aquí porque hace poco al escuchar un chasquido en la rodilla pensaste: "Pf, qué mayor me estoy haciendo".

Puede ser que esa sea la realidad, que te estés haciendo mayor. Pero en este mundo donde las probabilidades mandan, existe una remota posibilidad de que te hayas roto el menisco.

Mi amigo Ignacio es levantador de pesas, halterófilo, o "powerlifter". Escoge el término que quieras. El caso es que hace unas semanas estuvo en una competición. Una en la que se hacen cosas de halterofilia, ya sabes, levantar pesos pa allá y pa acá y todo eso.

Cuando le tocó estar a él, delante de decenas de personas atentas, porque claro, no sé si habéis estado en una competición de halterofilia, pero cuando el levantador se dispone a hacer el movimiento todo el mundo se calla. Como si estuvieran en la película de "Un lugar tranquilo".

En ese clamoroso silencio, y al hacer el movimiento, se escucha un chasquido. Un crujido vaya.

Digo "se escucha", pero en realidad solo lo escuchó Ignacio. A Ignacio se le pasaron varias cosas por la cabeza. Varias. Pero solo una le importaba: "Se me ha rajao el pantalón delante de toda esta gente".

Cuando terminó el movimiento y el jurado dio el visto bueno, Ignacio se miró el pantalón. No estaba rajado.

Ya solo quedaba una opción: Ignacio se había lesionado, y no sabía de qué. 

¿Qué notas con el menisco roto?

Es cierto que después de una rotura de menisco puedes notar un leve chasquido o crujido en la rodilla. Pueden pasar horas o días hasta que te de cuenta de que se ha roto. 

Uno de los síntomas es la hinchazón y el dolor de rodilla. Ese dolor se ve aumentado con ciertos movimientos, como por ejemplo al torcer o girar la rodilla. Además, puedes sentir sensación de rigidez en la articulación. Verás que puedes encontrarte dificultad para estirar la pierna por completo. Esa rigidez puede acompañarse de un "bloqueo" en la rodilla en algunos tipos de movimientos. 

El menisco influye en la estabilidad en la rodilla. Por lo que, en una rotura de menisco puedes notar inestabilidad en tu rodilla, sintiendo que la rodilla "cede" o se dobla sin querer. La rodilla que se ve afectada puede volverse más débil y puedes notar dificultad para cargar peso. 

Para asegurarte de que hay una rotura en el menisco, es necesario que realicen un examen clínico, donde te revisarán la rodilla, los tipos de movimientos que puedes hacer, el dolor y la hinchazón. 

Existen pruebas como la resonancia magnética o la artroscopia de rodilla, que pueden ayudar al médico a asegurarse de la rotura del menisco. 

¿Qué no puedo hacer con el menisco roto?

Si tienes el menisco roto, hay algunas actividades que no se recomiendan hacer. 

Pero hay algo que sí: visitar a un especialista. 

Se recomienda no ignorar el dolor y buscar la causa cuanto antes, para poder tratarlo a tiempo y que no empeore la lesión. Para ello, intenta evitar ejercicios en los que la rodilla se someta a mucha tensión, como correr, saltar o levantar cosas pesadas. O incluso deportes de contacto, que puedan incrementar la probabilidad de una lesión adicional.

En definitiva, evita ejercicios que sometan la rodilla a una flexión excesiva. 

Si no tienes ninguno de estos síntomas, has ido al médico y te ha dicho que todo está bien, te recomiendo una cosa: Mira bien el pantalón, vaya a ser que te lo hayas roto de verdad.